Desde el principio he sido de la idea de que el Carnaval de Mérida tiene que regresar al centro de la ciudad, de donde nunca debió haber salido, afirma el doctor en Arquitectura Marco Tulio Peraza Guzmán.
El Carnaval, añade, es un activo para el Centro Histórico porque forma parte del patrimonio intangible de la ciudad. Mérida es una de las pocas ciudades del país que posee un Carnaval y esto se asocia al Centro, a pesar de que el festejo ha tenido derroteros diversos; finalmente el Centro es el lugar más emblemático de la ciudad y con el que se relaciona en este caso el aspecto patrimonial del Carnaval.
El arquitecto Peraza se expresó en esos términos al participar en un Foro Megamedia, junto con el también arquitecto y urbanista Jorge Bolio Osés, efectuado a raíz de los temas que surgieron durante las comparecencias en el Diario de los diez candidatos a la alcaldía de Mérida.
En nuestra edición del domingo publicamos la primera parte del foro, con los temas del “paso deprimido” y la contaminación del manto freático de Mérida. En esta entrega nos referimos al Carnaval y a las calles del Centro Histórico de la ciudad.
El Carnaval
Para el doctor Peraza, el propósito no sería que el Carnaval regresara al Centro tal como era antes de su traslado a Xmatkuil. “Efectivamente hay que mejorar las condiciones en que opera”, señala. “Esto debe comenzar desde la norma que se relajó mucho en relación con el consumo de alcohol; esto generó muchos problemas durante la estadía del festejo en Paseo de Montejo.
Pero sí soy de la opinión de que la rehabilitación del área de La Plancha, que es muy amplia, podría dar lugar a reinstalar el Carnaval con un derrotero que vaya hasta el Parque de la Paz (frente al Centenario). En esa ruta hay varios parques, como Mejorada, Santiago, Hidalgo y el mismo de la Paz, con suficiente espacio para cubrir el derrotero en un sentido diferente al que tuvo en Montejo. También habría que hacer algo para que alcance Montejo en un trayecto delimitado.
Pero lo más importante —subraya— es dejar de tener al Carnaval al margen de la ciudad, porque lo que se tiene ahí (en Xmatkuil) es una feria, no es un carnaval. Es una feria que, desde mi punto de vista, tiene una tradición y se debe conservar, pero que le quita su carácter más importante al Carnaval, que es lo patrimonial, y esto se asocia a la historia de la ciudad. En el Centro es donde se ha desarrollado durante siglos y por tanto debe regresar al origen, aunque con una mejor planeación.
El doctor Bolio Osés hizo una comparación de las opiniones de los candidatos a la alcaldía sobre el “paso deprimido” y el Carnaval. En el caso del distribuidor vial, dijo que le llama la atención que algunos candidatos abogan por ese túnel como un activo de la ciudad, cuando debería ser un pasivo que consume muchísimo dinero en mantenimiento.
En el caso del Carnaval, indicó, fue trasladado a Xmatkuil después de una consulta que a mí me consta que se realizó, pero ahora lo están viendo no como un activo, como algo logrado en beneficio de la ciudad, sino como una especie de agresión a la ciudadanía, a una especie de idiosincrasia cultural del meridano.
Sin embargo, enfatizó, desde los años 80 ese Carnaval del que se habla con tanto romanticismo ya había desaparecido: era una senda cantinera, verdaderamente muy difícil de regular. Lo intentaron las autoridades en muchas ocasiones, pero era muy difícil controlar el comportamiento de las multitudes respecto al alcohol y al relajo.
El experto en urbanismo manifestó que si gana la alcaldía alguno de los candidatos que proponen su regreso al centro de la ciudad, tendría que emprender de nuevo una consulta y elaborar un proyecto que incluya medidas muy rigurosas para el control de las distorsiones que padeció el Carnaval en los años anteriores a su traslado al recinto ferial de Xmatkuil.
Respecto al Centro Histórico, Peraza Guzmán señaló que sí es viable el cierre de calles en el primer cuadro. No es una creencia nada más, apuntó, lo puede uno constatar visitando ciudades del tamaño de Mérida, como San Luis Potosí, Querétaro, Puebla, Morelia, etcétera, que han dado pasos en este sentido y eso hace que Mérida se esté quedando atrás.
Bolio Osés señaló que hay una especie de consenso entre los candidatos en que esto es posible si se hace de manera gradual, si se va procediendo de acuerdo con prioridades y requerimientos, incluso en el esquema de prueba y error, a fin de ir logrando que el centro de la ciudad sea más accesible a los peatones.
Medidas que se tuvieron que imponer por la pandemia de Covid, como la desconcentración de paraderos y los maceteros en las calles, son logros que nos fue dejando la crisis sanitaria, añadió. No creo que debamos retroceder del todo, tal vez hacer algunas correcciones, pero ojalá permanezcan las medidas.— Víctor M. Dzul Zum
