Un hombre ayuda a una migrante en silla de ruedas durante su paso por México. A la izquierda

Accidentada jornada

ZACAPA (EFE).— La segunda caravana de migrantes hondureños que atraviesa Guatemala retomó ayer su recorrido hacia Guastatoya desde Zacapa, con el objetivo de llegar a Estados Unidos como destino final.

Más de 7,000 migrantes hondureños ya caminan por territorio mexicano camino a la frontera con Estados Unidos y esta segunda comitiva, en la que viajaban niños, hombres y mujeres, se subió ayer a camiones y vehículos para continuar su periplo.

Desde las 4 horas los migrantes, en su mayoría hondureños, comenzaron la ruta para llegar a Teculután, un municipio del departamento de Zacapa ubicado a 120 kilómetros al nororiente de la capital guatemalteca.

Uno de los integrantes de la caravana, formada al menos por 1,500 personas según la Procuraduría de Derechos Humanos, contó que un compañero fue atropellado la mañana de ayer, aunque las autoridades no brindaron ningún detalle.

Según las imágenes que pudo ver Efe, la víctima es un hombre joven con una camiseta roja que se quedó tendido sobre la carretera mientras se escuchaban voces de que ya habían llamado a la ambulancia.

Por su parte, la Procuraduría de Derechos Humanos dijo que los delegados de la entidad en Zacapa coordinan acciones con cuerpos de socorro en Teculután para la atención médica de los migrantes hondureños.

Al menos 7,000 personas, según la ONU, forman parte de la primera caravana de migrantes centroamericanos que desde el pasado 13 de octubre avanza rumbo a Estados Unidos.

Por otra parte, la policía mexicana detuvo algunos minibuses y obligó a gente a abandonar la caravana de migrantes centroamericanos a pesar de que habían pagado boleto.

Los periodistas de The Associated Press vieron media docena de buses obligados a detenerse cerca de la población de Escuintla, Chiapas, donde la policía les cerró el paso con sus autos. Al mismo tiempo pasaba otra columna de migrantes a pie.

El conductor Johnny Morales Castellanos le indicó que obligara a los centroamericanos a bajar porque “el seguro no los cubre porque son extranjeros”.

No detuvieron a los migrantes, pero éstos tuvieron que continuar a pie el trayecto del día, de 75 kilómetros bajo el calor intenso.

No estaba claro si se trataba de un esfuerzo para detener el avance de la caravana migrante.

En la comunidad de Huixtla, brigadistas de Chiapas rociaron insecticida a integrantes de la caravana.

Los migrantes centroamericanos permanecían, en su mayoría, sentados en la calle, cuando llegaron los fumigadores a rociar el gas. El acto fue para “evitar contagios de dengue y enfermedades transmitidas por moscos”, según un vídeo difundido por Pie de Página y Chiapas Paralelo.

El vídeo causó polémica porque entre los afectados había bebés.

La Secretaría de Salud de Chiapas informó que la fumigación “fue incorrecta”. Dijo que se realizó “sin respetar el procedimiento y los protocolos que establece la normatividad”.

La secretaría agregó que el líquido que esparció en el sitio no es tóxico para el ser humano y se usa para “el control del zancudo transmisor de dengue, chinkungunya y zika”.

En un comunicado, la dependencia estatal dijo que se inició un procedimiento administrativo contra el personal involucrado.

 

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