Iker, niño atropellado en Mérida, condenado a un doble olvido: en la vida y en la muerte
Iker, niño atropellado en Mérida, condenado a un doble olvido: en la vida y en la muerte

Se termina el año, pero no las injusticias, como la de vivir en el abandono para ser presa de las redes de trata en Yucatán, a plena luz del día. Cambia el calendario, pero no las circunstancias: Iker, niño atropellado en Mérida, en la colonia México Norte, fue olvidado en la vida deambulando por las calles y también en la muerte, cuyo cuerpo permanece días, semanas, meses, en un cajón mortuorio a la espera de nada.

La vida sigue, menos una: aquella segada, de manera abrupta, inesperada, el 13 de junio, a las 19:15 horas.

¿Dónde atropellaron a Iker?

Dos días antes de Navidad, regreso lugar del funesto suceso, el cruce donde atropellaron a Iker, la avenida Dr. Fernando Elías Dájer Nahum, calle 1H, con la avenida Líbano, calle 20, en Mérida, Yucatán.

Ahí, donde el niño Iker tenía el tiempo medido para hacer piruetas que justificaran la limosna que recibía al tocar el cristal del auto y estirar la mano.

Cruce de las avenidas Dr. Fernando Elías Dájer Nahum, con Líbano, en Mérida
Cruce de las avenidas Dr. Fernando Elías Dájer Nahum, con Líbano, en Mérida

¿Qué pasó con el niño Iker?

Actividad diaria que no servía para mejorar sus condiciones, sino para llenar las bolsas de quien lo obligaba, a sus escasos siete años, a ser saltimbanqui en ese sórdido y peligroso escenario que aquella noche atestiguó su última actuación, tras el mortal impacto de un auto contra su pequeño cuerpo.

Testigo mudo fue también el busto del médico (Fernando Elías Dájer Nahum) que da nombre a la calle, asentado en el camellón deforme, en desnivel.

La guarnición rota por partes es prueba de otros accidentes vehiculares que traspasaron el límite que protege a los árboles, bajo cuya sombra se guarecían del inclemente sol Iker, niño atropellado en Mérida, y otros niños en su misma condición, entre una acrobacia y otra.

Iker, niño atropellado en Mérida

Al pie de la efigie permanecen siete vasos vacíos de veladoras, empolvados y confundidos con el pasto seco.

En su momento, fueron luces para el alma que se desprendió de tajo, llevadas por los manifestantes. Vaciadas, apagadas, hace meses.

Veladoras para Iker, niños atropellado en Mérida, colocadas al pie del busto al Dr. Fernando Elías Dájer Nahum ubicado en la avenida del mismo nombre
Veladoras para Iker, niños atropellado en Mérida, colocadas al pie del busto al Dr. Fernando Elías Dájer Nahum ubicado en la avenida del mismo nombre

Son los únicos vestigios de la tragedia. Cuando el servicio de limpia lo recoja, todo habrá desaparecido. Como si nada hubiera pasado.

Tres días después de la tragedia, el 16 de junio, la mujer que lo atropelló y se dio a la fuga se entregó a las autoridades por el homicidio imprudencial.

La ciudadanía se manifestó con pancartas para exigir al gobierno combatir la explotación infantil en Yucatán. Las manifestaciones duraron un tiempo breve.

Iker, niño atropellado en Mérida, olvidado en la vida y en la muerte

192 días después, todo sigue su ritmo y ha vuelto a la “normalidad” en las concurridas avenidas donde convergen incesantes autos que danzan al compás de un semáforo.

Las personas que acuden a los negocios circundantes: a comprar una sandwichón navideño de guayaba, en la pastelería; a recoger la Mac restaurada en el centro de servicio; o a recortarse el cabello en la barbería cercana.

El doble olvido de Iker: en la vida y en la muerte
El doble olvido de Iker: en la vida y en la muerte

Todo sigue ahí, menos los pequeños que, por las noches, esperaban a que su victimario pasara por ellos y el dinero recabado en una tortuosa jornada a la intemperie, sin importar lluvia o sol. Eso se ha borrado, para continuar la dinámica barrial inalterable.

Un cruce estratégico para mendigar en Mérida

Por estos días, una solitaria mujer mayor es quien solicita dinero en un cruce estratégico para ello por el nivel socioeconómico de quienes transitan por él. En tan sólo unos minutos se ven pasar por esa vía: dos autos Tesla, un Ferrari y un Porsche.

Tras casi doscientos días, muchos van y vienen, por ahora con la alegría festiva de la época; sólo el cuerpo inerte de Iker, niño atropellado y muerto en Mérida, permanece conservado en unas instalaciones institucionales, la morgue de Yucatán, entre el olvido y la tristeza de algunos pocos.

Pensar en Iker, el niño atropellado en Mérida, sólo genera preguntas para las que no hay respuestas. Circuló una supuesta acta de nacimiento que indica tendría nueve años; quienes lo veían aseguran que tenía seis o siete.

Preguntas sin respuestas

¿El acta de nacimiento es auténtica o la expidió por vez primera ipso facto el Gobierno de Chiapas para salir del “problema”?

¿O será que los años de desnutrición impactaron en su desarrollo? Se sabe que las redes de trata dan migajas de comer no sólo por ahorro, sino para alargar el tiempo en que niñas y niños parecen de menos edad, puedan explotarlos por más tiempo y causen más lástima, porque con eso lucran.

¿En verdad se llamaba Iker o era un alias? ¿De ser cierto, fue influencia del fútbol por aquello del portero español que, en su momento, se consideró el mejor del mundo?

¿Desde qué edad era víctima de trata en su modalidad de mendicidad forzosa? ¿Qué cambió con la muerte de Iker?

Iker, niño atropellado en Mérida

Pocos días después, las autoridades informaron del rescate de 15 menores, chiapanecos, de 4 a 16 años.

Se detuvo a una persona en un predio cercano a la Terminal de Autobuses ADO-TAME, en el marco de operativos para desmantelar la red de trata de personas y explotación infantil originaria de Chiapas.

Si los vecinos cuentan que Iker tenía más o menos un año de actividad en donde falleció ¿quiere decir que la red operó con impunidad durante todo ese tiempo hasta que, como consecuencia de su deceso, la sociedad civil se movilizó para exigir justicia?

¿Cuántos Ikers existen aún en Mérida, en Yucatán y en toda la geografía de la República?

Casos similares en la Península de Yucatán

Un mes después de la muerte de Iker, en Playa del Carmen, Quintana Roo, 20 menores, de entre 1 y 17 años fueron rescatados.

Eran objeto de una explotación infantil similar: jornadas extenuantes de 12 horas en las calles, sin pago, bajo el engaño de que el dinero sería enviado a los padres.

Más “Ikers” en el resto del país

¿Cuántos niños son víctimas en circunstancias similares, por doquier? Hace días, el 13 de diciembre, se conoció la detención de una mujer de 28 años, en Mexicali, acusada de corrupción de menores.

También se trató de un niño de 8 años, quien fue atropellado cuando, por mandato de sus progenitores, realizaba malabares para pedir dinero a los automovilistas bajacalifornianos.

El padre huyó. No siempre hay engaños porque en muchos casos existe complicidad en el delito de trata.

¿Iker, niño atropellado en Mérida, era robado?

¿Quién es la madre y el padre de Iker? Si acaso los tenía. ¿Fue robado?

¿Ellos también son víctimas de esa red y temen a esos delincuentes que someten a la esclavitud a niñas y niños? ¿O no aparecen para evitar que se les aplique la ley y asuman su responsabilidad?

Pero por Iker nadie responde. Nadie lo reclama. No se encuentran familiares. Fue un ser humano al que utilizaron como objeto para el lucro.

Hoy, es un cuerpo amortajado, olvidado en la muerte como lo fue en la vida. A la distancia aguarda sigilosa, paciente, la fosa común.

Iker, niño atropellado en Mérida, era un indígena chiapaneco que llegó a Yucatán, tal vez con el anhelo de una vida mejor de sueños y certezas, halló antes el hambre, el dolor, el abandono, la muerte y el olvido.

En un país que “desaparece” a desaparecidos, Iker representa a los marginados, los indigentes, un sector olvidado que todos vemos, pero no figuran ni en las estadísticas.

Lo olvidó su familia. Lo olvidaron las autoridades que más deseaban pasar la página; pero la sociedad no debe olvidarlo porque corre el riesgo de deshumanizarse.

Para entender mejor: Yucatán en la ruta de la trata 2023; un problema sigiloso

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Licenciada en Comunicación. Máster en Periodismo Digital por la Universidad Autónoma de Madrid. Certificada en Inbound Marketing. Dos décadas de experiencia en radio, televisión, prensa y medios digitales.

2 respuestas a “Iker, niño atropellado en Mérida, olvidado en la vida y en la muerte”

  1. Que bella redacción Mariana, aun que es muy triste el suceso, no pudiste contar la historia de mejor manera. Meses atrás en algún semáforo lloré al ver a un niño cargado en la espalda por una mujer con su reboso y verlo pegar en llanto cuando se pararon en el sol de nuevo a hacer malabares. Me avergüenza no haber podido hacer nada por él. Ojalá tus letras puedan ayudar en algo a esos niños y mujeres víctimas de la explotación.

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