Los resultados de la votación del domingo 2 de junio pasado mostraron un nuevo ángulo del comportamiento electoral de los yucatecos, que prácticamente regresaron al bipartidismo después de una elección de tercios que se vivió, por primera vez, en 2018.
Ese bipartidismo tiene hoy un nuevo protagonista: históricamente se vivió con el PRI y el PAN, y ahora, con un PRI relegado a lejana tercera fuerza en el Estado, asumen esa competencia Morena y Acción Nacional, con amplia ventaja del primero.
Con los 628,845 votos que, según difundió ayer en las redes sociales, obtuvo en la elección de gobernador, Joaquín Díaz Mena llegará al Poder Ejecutivo con la mayor votación para un candidato en Yucatán.
Ese número se basa en los resultados que arrojaron los cómputos distritales, aunque hasta anoche no había una comunicación del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (Iepac) sobre las cifras oficiales de la elección de gobernador.
Con el corte del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), Díaz Mena aparecía con 433,759 boletas a su favor.
Antecedente priista
Antes de los 628,845 que dio a conocer el morenista, la mayor cantidad de votos para un candidato a gobernador en Yucatán correspondía a Rolando Zapata Bello, quien en 2012 obtuvo 512,560 sufragios cobijado por una coalición que formaron los partidos Revolucionario Institucional, Verde Ecologista de México y Social Demócrata.
Si se toman en cuenta solo los votos por partido, en aquella ocasión el PRI otorgó 478,111 a Zapata Bello. Se alcanzaron los 512,560 con la coalición, de acuerdo con datos del Iepac.
Primeros de “Huacho”
Coincidentemente, en 2012 Díaz Mena también contendió por la gubernatura, pero con las siglas del PAN, su partido desde 2001.
Ese año “Huacho” recibió 430,476 sufragios, una cantidad que superó por mucho los 352,224 que consiguió en 2001 Patricio Patrón Laviada, primer gobernador panista en Yucatán.
Patrón Laviada fue postulado por una alianza que integraron Acción Nacional, PRD, PT y PVEM. Únicamente los votos del PAN fueron 322,575.
También considerando la votación particular de partidos, las 430,476 boletas marcadas a favor de Joaquín Díaz en 2012 superan ligeramente las 430,323 que aportó el PAN en 2018 a la candidatura de Mauricio Vila Dosal, el segundo gobernador panista en la historia política yucateca.
A fin de cuentas el número de votos para Vila Dosal llegó a 447,573 por su alianza con Movimiento Ciudadano, que aportó 17,250 boletas.
Fin del bipartidismo en Yucatán
Fue precisamente en 2018 cuando se rompió el bipartidismo que prevalecía en Yucatán, pues ese año marcó el ingreso de Morena —con Joaquín Díaz al frente— a la competencia fuerte con el PAN y el PRI.
A la mencionada votación de Acción Nacional se sumaron 410,033 sufragios de una coalición formada por el PRI y los partidos Verde y Nueva Alianza, que postularon como su candidato a gobernador a Mauricio Sahuí Rivero.
Si se separan los resultados, el PRI tuvo 363,837 sufragios; el PVEM, 22,711, y Nueva Alianza, 15,970.
Morena se constituyó entonces en la tercera fuerza política de la entidad con 231,458 votos en alianza con los partidos del Trabajo y Encuentro Social.
Por separado, Morena tuvo la preferencia de 201,341 electores; el PT, 15,803, y Encuentro Social, 7,150.
Debacle y crecimiento
En 2018 comenzó la debacle del PRI en Yucatán y la nueva transformación de la política local. Alimentado por panistas y, principalmente, por priistas que abandonaron sus partidos, Morena se fue nutriendo de más operadores y en el reciente proceso electoral se ubicó como la primera fuerza, al desplazar al PAN con amplia ventaja.
Significativa baja
El PAN había logrado en 2021 sus mayores números electorales, que le redituaron no solo mayoría en los municipios sino el control casi total del Congreso del Estado al obtener 14 de las 15 diputaciones de mayoría en disputa.
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