• El desabasto de medicamentos es un grave problema para numerosas familias yucatecas que debe resolverse, dicen diputados del PAN y MC
  • La seguridad es de los temas que remarcan los legisladores locales

El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2026 para Yucatán generó opiniones diferentes entre las bancadas del Congreso del Estado. Mientras la oposición acusó recortes y falta de transparencia, la fracción de Morena defiende un enfoque de consolidación y bienestar.

Los coordinadores del PAN y MC, Roger José Torres Peniche y Javier Osante Solís, respectivamente, coincidieron en señalar que el presupuesto no responde a las necesidades reales de los yucatecos.

Las preguntas planteadas fueron:

  • 1. ¿Consideran que el presupuesto estatal 2026 responde a las necesidades reales de Yucatán?
  • 2. ¿Consideran que la reorganización programática anunciada representa una redistribución justa de los recursos para el estado?
  • 3. ¿Qué riesgos identifican en reorientar recursos hacia mantenimiento y operación en lugar de nuevas inversiones?
  • 4. ¿Consideran que los nuevos programas de operación y mantenimiento garantizan beneficios sostenibles para Yucatán?
  • 5. ¿Qué opinan del incremento de 3,252 millones de pesos en obra pública?
  • 6. ¿Está claramente definido en qué se invertirá?
  • 7. ¿El aumento de 1,925 millones de pesos al IMSS y el 17% en programas infantiles del Issste responde a necesidades reales?

Prioridades políticas

El diputado panista Torres Peniche dijo que el presupuesto 2026 no refleja las verdaderas prioridades de los yucatecos, sino las prioridades políticas del actual gobierno.

Mientras miles de familias enfrentan problemas de abasto de medicamentos, rezagos en infraestructura escolar, inseguridad y falta de oportunidades, el presupuesto 2026 mantiene un enfoque más propagandístico que social, privilegiando gasto corriente y áreas que sostienen la estructura política del régimen.

Asimismo, agregó que la “reorganización programática no es una redistribución justa, sino una reclasificación administrativa que maquilla los mismos desequilibrios de siempre”.

“Se agrupan programas, se cambian nombres, pero el fondo sigue siendo el mismo: centralización del gasto, discrecionalidad y falta de transparencia. No hay un esfuerzo real por fortalecer municipios, ni por equilibrar las inversiones en el interior del estado, lo que aumenta la desigualdad regional”.

El mayor riesgo de reorientar los recursos es el estancamiento del crecimiento y la pérdida de competitividad, indicó. Si bien el mantenimiento es necesario, cuando se convierte en el eje central del gasto se envía una señal clara: ya no se está construyendo futuro, solo administrando el presente.

A su parecer, los nuevos programas operativos y de mantenimiento no brindarán beneficios necesariamente. Sin una planeación técnica sólida, con indicadores de desempeño y transparencia en su ejecución, el riesgo es que terminen siendo parches presupuestales.

El desarrollo sostenible requiere inversión en infraestructura nueva, innovación, educación y productividad. El mantenimiento sin visión de crecimiento no genera progreso.

Sin definición

El incremento de 3,252 millones de pesos (mdp) en obra podría sonar positivo, pero lo preocupante es que no está claramente definido en qué proyectos se aplicará. No hay detalle técnico ni priorización territorial; se deja mucho a la discrecionalidad del Ejecutivo.

“¿O será simplemente seguir con las obras del eterno Tren Maya o la parte que le corresponde a la Federación para la ampliación del puerto de altura? Tememos que este aumento sea más una herramienta política que de desarrollo, concentrando recursos en obras de relumbrón o con fines electorales, en lugar de atender verdaderas necesidades de infraestructura urbana, rural o hospitalaria”.

Acerca del aumento de 1,925 mdp al IMSS y el 17% en programas infantiles del Issste, indicó que son positivos solo en el papel. Lo que falta es saber cómo se aplicarán.

En el caso del IMSS, la mayor parte corresponde a ajustes contables. En cuanto a los programas infantiles, si el alza no se traduce en mejores servicios, cobertura y condiciones laborales, será solo un anuncio mediático.

En su opinión, el gobierno presume cifras, pero no explica resultados. Se opone a que los yucatecos pagamos una tarifa eléctrica más justa y esperan que creamos en sus promesas de que ya lo van hacer, pero hasta que sea su idea o iniciativa, como ya se encargaron de que la gasolina baje a 10 pesos.

“Más castigada”

El diputado Osante Solís, de MC, refirió que el presupuesto 2026 no responde a las necesidades de Yucatán.

“En el análisis del Paquete económico 2026 podemos ver que Yucatán es la entidad más castigada. En el gasto programable le recortan el 11.7% real. Y en el Ramo 20, de los programas del Bienestar le recortan $6,408 millones al estado”, explicó.

Desde su punto de vista, la reorganización programática no es justo para el estado, pues en temas de seguridad por muchos años, Yucatán, ha hecho un buen trabajo.

Esta labor la ha colocada entre las tres entidades más seguras del país; llevándola a ser un destino cotizado por personas que buscan disfrutar de la seguridad que aquí predomina y en muchos otros lugares se carece.

Estos ciudadanos son bienvenidos, pues eligen Yucatán para disfrutar de la buena calidad de vida, la gente amable. Ha aumentado tanto la población y por ende el aforo vehicular y demanda de servicios es mayor, pero en la asignación del presupuesto no se ve reflejado el apoyo para mejorar las vialidades, la infraestructura, el transporte público, escuelas públicas o las universidades públicas como la Uady, que requiere una asignación considerable para atender la demanda de estudiantes con la que cuenta.

Es de suma importancia considerar nuevas inversiones en infraestructura, pero no hay que dejar de lado la atención y mantenimiento a la infraestructura existente, mencionó. Por ejemplo, se requiere atención para la operación en las líneas de transmisión y distribución eléctrica, y lo vimos y vivimos todos con el reciente apagón peninsular.

Ese recorte que le hacen a la CFE de 2,400 millones de pesos, que nos dicen que se debe a la culminación de las plantas de ciclo combinado, pudo haberse destinado justamente a mantenimiento y operación de las líneas de transmisión, para evitar que se sigan dando los apagones. Pero no reorientaron el dinero, lo recortaron. Se lo quitaron a Yucatán.

Las carreteras estatales y federales también requieren de mantenimiento, Debe de existir un equilibrio entre la creación de nueva infraestructura y la atención adecuada y oportuna de la ya existente.

En los nuevos problemas operativos y de mantenimiento, subrayó que aún no los conoce. El presupuesto de egresos de la Federación, tal y como lo planteó la Secretaria de Hacienda, consideró un recorte neto de 8,730 mdp para Yucatán.

“Los números no mienten. Pasamos de $146,502 millones en 2025 a $137,771 millones para 2026. Los eufemismos que utilicen para justificar la reducción presupuestal es lo de menos”.

En el tema del incremento de la obra pública, la banca de MC realiza el análisis y aún no encuentra ese aumento.

“Tal vez viene etiquetado con otro nombre o viene dentro del gasto federalizado. Lo que sí encontramos es que en el Ramo 9 de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes hay un recorte de más de $14 millones para la entidad. No. Tal vez haya mayor claridad cuando el gobierno del Estado envíe su presupuesto de egresos al Congreso”.

En el aumento al IMSS, la creación del nuevo ramo para los servicios de salud Bienestar sí atiende una necesidad real de la población, expuso.

“Al día de hoy todas las clínicas del IMSS sufren de desabasto de medicamentos e insumos médicos. Esperemos que este nuevo recurso se invierta en atender esta urgencia”.

Jorge Iván Canul Ek es licenciado en Periodismo y Ciencias de la Comunicación y actualmente reportero de la Agencia Informativa Megamedia. Tiene 22 años de trayectoria en los medios, y es colaborador de Grupo Megamedia desde 2004. Los temas de arte y cultura, comunidades, ciudadanos y espectáculos son su especialidad. Con especial gusto por la crónica para el desarrollo de sus historias.