• A la izquierda y debajo, aspectos de la afluencia de gente al Centro para la compra de regalos por la Navidad
  • Arriba y a la izquierda, la ropa y los accesorios destacaron entre lo más buscado en los comercios en la jornada sabatina

Las calles del centro de Mérida estuvieron ayer a reventar.

Desde poco antes del mediodía, el panorama ya anticipaba una jornada intensa, con un incesante ir y venir de personas que formaban ríos humanos a lo largo de las distintas vialidades, reflejo del ánimo festivo y de la cercanía de las celebraciones decembrinas.

Los locales comerciales estaban prácticamente llenos. En varios, las personas aguardaban turno para ingresar, mientras otras esperaban a familiares o amigos que realizaban sus compras. En zonas específicas, como la popular calle de las piñatas, el ambiente resultó especialmente colorido: se observó a personas cargando bolsas repletas de dulces, globos y artículos festivos, así como a quienes transportaban piñatas de diversos tamaños y diseños, listas para los próximos festejos en hogares y las posadas.

En el área del antiguo Portal de Granos, el movimiento fue igualmente intenso.

Decenas de personas acudieron a surtirse de prendas de vestir, artículos para sus mascotas y figuras para los nacimientos.

A lo largo del recorrido por esta zona, las estéticas se vieron llenas, con clientas en atención y otros guardando pacientemente su turno. Entre los servicios más solicitados destacaron los de uñas, así como los retoques y cambios de imagen en el cabello, en preparación para las reuniones familiares y las cenas de la temporada.

Prendas femeninas

En las calles aledañas a la Plaza Grande, particularmente en la zona de tiendas de ropa femenina los locales estaban abarrotados.

Las compradoras se detenían frente a los aparadores y recorrían los pasillos en busca del atuendo ideal para la cena navideña. Como resultado, las tiendas de ropa registraron una elevada afluencia, al igual que algunas zapaterías, donde se observaron filas y un constante ir y venir de clientas.

Las filas para esperar el transporte público no fueron la excepción y los paraderos presentaron una notable concentración de personas. En ellas, se podía ver a padres de familia organizándose e ideando la manera de transportar los regalos que Santa Claus dejará en sus hogares, algunos cargando cajas voluminosas o bolsas de gran tamaño.

Además se observó a personas saliendo de tiendas de accesorios navideños, en tanto que otras caminaban apresuradas por las calles cargadas de compras y con rostros que mezclaban cansancio y entusiasmo.