Un antiguo método de extorsión por WhatsApp vuelve a cobrar popularidad entre los defraudadores, sus principales víctimas son los adultos mayores
MÉRIDA, Yucatán.- Hacer fraudes por internet es cosa de todos los días, más aún en las redes sociales, donde cualquiera puede crear una cuenta con datos falsos, ofrecer cualquier cosa a cambio de dinero y no cumplir jamás con lo prometido.
En los últimos días, un viejo método de extorsión por WhatsApp ha vuelto a cobrar popularidad, y se va replicando a gran velocidad.
También le podría interesar: “Detienen al presunto asesino de José Enrique Correa Ponce”
Estafa con educación y cortesía
A través de sencillas preguntas, con una buena dósis de educación y cortesía, el extorsionador envía al número de su víctima el primer mesaje: “Lo siento, ¿quién eres?”, una pregunta que en principio no aparenta tener malicia, es la forma en la que el defraudador abre la puerta a otra serie de preguntas que poco a poco le van dando la información que él pretende.
Antiguo método de fraude
Este sistema de extorsión estuvo de moda hace más de una década, cuando se comenzó a popularizar la aplicación de WahtsApp. En la transición entre tener o no la aplicación, abrió la posibilidad al engaño, ya que no todos los usuarios de telefonía móvil contaban con el programa y, al añadirlo a su sistema, no todos sus contactos estaban bien identificados, así que era necesario enviar un mensaje y preguntar de quién se trataba.
Según el sitio en internet de wabetainfo.com los estafadores están en todas partes, incluso en WhatsApp, intentando engañar a los usuarios para finalmente robar su dinero o extorsionarlos.
También le podría interesar: “Llega el frente frío ”Itzá”, ¿qué efectos causará en Yucatán?”
¿Cuál es su técnica?
Por supuesto, los estafadores también operan en WhatsApp. Por lo general, compran un número de VoIP, es decir, con el que es posible hacer llamadas de voz a través de algunas aplicaciones.
Cuando encuentran un número de teléfono válido, envían un mensaje preguntando: “Lo siento, ¿quién eres? Te encontré en mi libreta de direcciones”, hacen todo para ganar la confianza de su potencial víctima.
Poco a poco, a medida que la confianza crece van pidiendo detalles de información valiosa, como por ejemplo, ¿Cuál es su nombre? ¿Dónde trabajo? ¿Qué edad tiene?, mientras llenan de elogios a su interlocutor para hacerlo sentir bien.
Ejemplo real
Un testigo del intento de fraude comentó que un estafador se puso en contacto con él a través de un teléfono que regularmente no utiliza, y pretendía ganarse su confianza.
Luego de una larga plática, el estafador le pidió que lo agregara a su cuenta de Facebook.
¿Cuál es la intención?
La intención del delincuente es tener acceso a la lista de amigos y familiares, conocer detalles de sus habitos y aficiones; con esa información intentará realizar un fraude o extorsión para obtener dinero.
Ya con la información, el siguiente paso es el chantaje; el malhechor amenaza a su víctima con compartir algunas imágenes confidenciales que pudo tomar de las redes sociales, o bien, realiza montajes con esas fotos para que parezcan comprometedoras a cambio de dinero, que nunca dejará de pedir aún después de que la víctima haya pagado el chantaje.
También le podría interesar: “Puentes de 2022 oficiales en México: aquí el calendario de días feriados”
¿Por qué compartir esta historia?
Los estafadores pueden enviar mensajes a las personas en un momento difícil, de fragilidad psicológica o sentimental y ser capaces de engañarlos.
¿Cómo se puede proteger su identidad?
Para evitar poner en riesgo la seguridad de su cuenta de WhatsApp, se sugiere:
- Ignorar los contactos desconocidos
- No compartir información privada, como por ejemplo, datos personales
- Puede reportar a cualquier contacto desconocido a WhatsApp, así como reportar mensajes amenazadores o fraudulentos.
Como medida adicional, debe configuración los aspectos de privacidad para su fotografía de perfil en “Mis contactos”.
Y si considera que la situación se ha tornado peligrosa, informe de inmediato a la policía, es probable que la corporación policíaca pueda localizar el número del teléfono del que se pretente realizar el fraude o la extorsión.