“Todos somos llamados a ser vientre, casa, caricia, abrazo, palabra, profecía”, afirma Gloria Liliana Franco Echeverri, religiosa colombiana de la Compañía de María y presidenta de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos, durante su participación en el segundo día de actividades del Diálogo por la Paz, realizado en la Universidad Iberoamericana de Puebla, donde presentó la ponencia “Iluminación Teológica sobre la construcción de la Paz”.

La religiosa abordó desde una visión teológica el clima de violencia que aqueja a todos los países de América Latina, partiendo del génesis capítulo 4 versículos del 1 al 16, pasaje de la Biblia que aborda el instante en que Caín da la espalda al proyecto de Dios al dar muerte a su hermano Abel, cegado por la soberbia y el encono que sintió por éste.

Religiosa hace un llamado a vivir como hermanos

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“¿Dónde está tu hermano?, pregunta Dios a Caín; y es ahí cuando la violencia se gesta en el absurdo de un conflicto cuyo origen es no reconocernos como lo que somos ante Dios: hermanos; se nos ha olvidado el sencillo arte de vivir como hermanos”, subrayó la ponente.

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Como hemos informado, a fin de generar un espacio de diálogo plural e incluyente en torno a la seguridad y la construcción de paz, la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de México, la Dimensión Episcopal para los Laicos y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús llevan al cabo el Diálogo Nacional por la Paz que se realiza del 21 al 23 de septiembre en la Universidad Iberoamericana Puebla.

María de Lourdes Gómory Martínez USEM
Monseñor Jorge Carlos Patrón Wong, arzobispo metropolitano de Xalapa; María de Lourdes Gómory Martínez de Menéndez, presidenta de Confederación USEM, y Alfonso Nava Govela, presidente de USEM Ciudad de México

La violencia extendida en todos los sectores del país, los altos índices de homicidios, el deterioro del tejido social y la pérdida de habilidades de convivencia en la familia, unidos a la necesidad de repensar las estrategias de seguridad en los ámbitos local, estatal y federal, han dado origen a una ruta de construcción de paz que se inició en junio de 2022 y se consolidará en el Diálogo Nacional por la Paz.

En busca de caminos por la paz en México

Durante tres días integrantes de la academia, organizaciones de la sociedad civil, campesinos, indígenas, representantes de diferentes religiones, migrantes, gobiernos locales y ciudadanía comprometida participan en el encuentro para diseñar en conjunto caminos de paz a partir de las buenas prácticas en torno a tres grandes temas: seguridad ciudadana, justicia cotidiana y reconstrucción del tejido social.

Este Diálogo se nutre de los aportes de los Conversatorios por la Paz realizados en las parroquias, colegios o centros comunitarios, así como las conclusiones de los Foros Justicia y Seguridad realizados en universidades o centros sociales del país, con la intención de construir una Agenda Nacional de Paz y articular iniciativas locales de paz.

Gloria Liliana Franco Echeverri, de 51 años de edad, es religiosa de la Compañía de María y presidenta por segundo período de la CLAR.

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En su ponencia, destacó que “la humanidad a aprendido a nadar como los peces, volar como las aves, pero no a vivir en hermandad”.

Destacó que entre las causas de la violencia está que muchos desean los mismos bienes de otros; existe una marcada pasión por dañar a los demás y el egoísmo nos hace actuar de forma agresiva con quienes nos rodean.

“Vivir es convivir, y para convivir se necesita conciencia y memoria, la primera para buscar en todo momento la reconciliación y la segunda para saber perdonar”, dijo la religiosa.

La hermandad, importante para vivir en paz

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“Cuando negamos nuestra condición de hermanos extraviamos la fraternidad, negar a los demás como hermanos es romper el vínculo que nos hace cercanos a Dios; así lo hizo Caín, quien dio la espalda al proyecto de Dios al dar muerte a Abel”.

La violencia que hoy vivimos no es otra cosa que el olvido sistemático del proyecto de Dios, nos hemos olvidado de ser hermanos

Haciendo eco de las palabras del papa Francisco y de su documento “Frateli Tuti”, la Hermana Gloria Liliana destacó la importancia de crear en la sociedad puentes de reconciliación, fomentar una cultura del encuentro, darle a cada acción política o económica, la dignidad humana y el respeto común.

“Hay que reconocerse discípulo, seres en permanente aprendizaje, conscientes de que la pobreza y la injusticia conduce a la destrucción de la vida y del planeta”.

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“Es necesario fomentar la cultura del cuidado, con ella se construye el camino de la paz. La vida es un don pero es frágil y vulnerable cuando surge el odio. Mi prójimo debe tener importancia para mí, hay que ponernos en el lugar del otro”.

“El primer signo universal de la civilización fue el momento en que uno se ocupó de otro cuando estaba herido o enfermo, pues el cuidado es compasión, misericordia, sensibilidad, es reconocer en el prójimo a Dios” agregó.

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Acuerdo ciudadano por la paz en México

En un comunicado, el Episcopado Mexicano refirió lo siguiente:

Con un profundo amor por México, los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano y todos los convocados a este encuentro, estamos convencidos de que es posible construir la paz, que podemos vencer las dinámicas de violencia y de destrucción del tejido social, sabiendo que no hay soluciones fáciles.

La paz es un trabajo conjunto en distintos niveles y con todos los sectores sociales. Implica la suma de voluntades, la coordinación de esfuerzos y la generosidad de todos para vencer el miedo que nos afecta ante la indolencia y la ineficacia de las autoridades, que no se han ocupado de su principal tarea de procurar la unidad, la seguridad, la justicia y la paz del país.

Este diagnóstico, que hacemos propio por su contenido de verdad, es compartido por los análisis que han nutrido nuestro discernimiento. Para llegar a este momento, hemos caminado juntos con hombres y mujeres de buena voluntad de todo el país, en un ejercicio de oración, de encuentro, de diálogo y búsqueda de horizontes de esperanza, que nos permitan construir el México que queremos y merecemos, donde haya respeto a la vida, a la dignidad de todas las personas, al estado de derecho y logremos así la superación paulatina de las desigualdades sociales en todas sus causas.

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Este acuerdo no busca promover la confrontación ni la venganza, sino la unidad y la reconciliación del país, para que todos podamos ser protagonistas en la construcción de la paz y la justicia. Nadie debe sentirse excluido, participando las familias, las comunidades, los pueblos, las ciudades, las instituciones, las fuerzas políticas, la nación entera.

Desde el dolor de las víctimas, que hacemos propio, porque el dolor de una debe ser el dolor de todos, queremos expresar que no están solas, que en México hay suficiente energía, generosidad e inteligencia para transformar nuestra realidad y superar esta oscura etapa que ya nos ha hecho suficiente daño a todos.

Estamos convencidos de que en este anhelo nos acompaña el Señor de la Historia, y por ello no solo decimos ¡basta ya!, sino, ¡este es el momento de actuar! Hoy tomamos nuestra responsabilidad ciudadana para proponer un itinerario de acción que haga vida las palabras del Profeta que proclama.

¡Qué hermosos son los pies del mensajero que nos trae la paz! (Is 52,7). En este deseo de seguir caminando, nos proponemos lograr una alianza ciudadana, de forma amplia e incluyente, para construir una Red de Acción para la Paz en México.

Imagen del comunicado

Partimos:

  1. De reconocer que la violencia que vivimos desde hace tiempo, se ha vuelto intolerable.
  2. Del dolor de las víctimas que nos convoca a sumarnos para detener la escalada de violencia y comprometernos con la construcción de Paz.
  3. De las voces de más de 18 mil participantes de los Conversatorios, Foros de Justicia y Seguridad y de este Diálogo Nacional que ha dado origen a la Agenda Nacional de Paz.
  4.  De la fe y la esperanza en que es posible actuar desde nuestra vocación a la fraternidad, para ser radicalmente hermanos.
  5.  Partimos desde nuestro compromiso como creyentes, abiertos siempre a la solidaridad y esperanza

Buscamos

  1.  Trascender de una cultura de violencia hacia una cultura del cuidado y de la Paz.
  2.  Respeto a la dignidad de todas las personas sin distinción.
  3.  Privilegiar la ética del diálogo, la colaboración y la “cultura del encuentro”.
  4.  Ser “artesanos de la Paz”. 
  5.  Que los jóvenes sean protagonistas del futuro.
  6.  Que las buenas prácticas se multipliquen.
  7.  Buscamos influir en las políticas públicas y en los procesos legislativos

Nos comprometemos a:

  1. Construir la Red Nacional de Paz.
  2. Participar del liderazgo y compromiso inclusivo.
  3. Propiciar la articulación interinstitucional, creando mecanismos de diálogo y colaboración.
  4. Impulsar la implementación de la Agenda Nacional de Paz en los diferentes sectores de la sociedad.
  5.  Presentar la Agenda Nacional de Paz a todos los candidatos y candidatas a un puesto de elección, sea municipal, estatal o federal.
  6.  Construir espacios digitales que nos permitan encontrarnos, vincularnos, compartir experiencias y sumar esfuerzos.
Imagen del comunicado

 Convocamos a:

  1.  Ser parte de la Red.
  2. A privilegiar el diálogo.
  3.  Erradicar la indiferencia y la violencia, adoptar los principios de cultura del cuidado, el respeto a la dignidad de cada ser humano y la ética del diálogo y la colaboración.
  4. Apropiarse de la Agenda Nacional de Paz y promover acciones que permitan implementarla en las familias, escuelas, comunidades, instituciones, empresas, universidades y otros.
  5.  Buscar la vinculación que propicie esfuerzos sostenidos para construir la Paz.
  6.  Exigir a los gobiernos que cumplan con su función con eficacia y transparencia

 

Emanuel Rincón Becerra, reportero de la Agencia Informativa Megamedia (AIM). Es licenciado en Ciencias de la Comunicación con 32 años de trayectoria en periodismo; ingresó a Grupo Megamedia en 1994. Se especializa en turismo, arqueología, vida empresarial, historia, arte, cultura y fotografía.