CIUDAD DE MÉXICO.— El secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, indicó el martes que la investigación sobre el asesinato de Carlos Manzo, también incluye a sus escoltas después de que se informara que abatieron al agresor, un joven de 17 años después de detenerlo.

“Los policías municipales que eran del primer círculo de seguridad del alcalde van a volver a declarar”, incluido el que reconoció haber disparado al agresor, dijo García Harfuch durante la conferencia presidencial matutina.

Agregó que también se analiza tanto el arma que mató al agresor como la que disparó al alcalde. No especificó si también se investiga a los 14 guardias nacionales que completaban su seguridad.

Carlos Manzo, alcalde de Uruapan, fue asesinado a balazos la noche del 1 de noviembre en medio de decenas de personas que participaban en las celebraciones del Día de Muertos.

Investigan por qué mataron al asesino de Carlos Manzo

Según explicó el lunes el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, se investigan las razones por las que se disparó al agresor y si hubo un uso excesivo de la fuerza “porque al homicida lo detienen y momentos después hay un forcejeo y hay un solo disparo que abate al homicida”.

También se revisa “qué fue lo que ocurrió para que se distrajera o flexibilizara su círculo de seguridad”. El gobernador precisó que Carlos Manzo seleccionó a los ocho escoltas municipales.

El secretario de Defensa, el general Ricardo Trevilla, garantizó que el protocolo de la Guardia Nacional “no falló, falló otro” y dijo que si Manzo hubiera aceptado que solo fueran guardias nacionales quienes le protegieran seguramente “se hubiera incrementado su nivel de seguridad”.

Manzo era un político independiente, de 40 años, que había levantado la voz contra la corrupción de autoridades, las extorsiones y la violencia. Los fiscales vinculan el crimen a la acción del crimen organizado, muy presente en esa región, pero no descartan otras hipótesis.

García Harfuch indicó que la fiscalía federal está analizando si atrae o no la investigación.

LEE: Asesinatos en México son un “golpe de realidad”: los cárteles no están derrotados