PROGRESO.– Ni en cuenta la marea roja para los paseantes que llegan a los puertos del municipio progreseño: las playas y el mar lucieron ayer limpias y tranquilas, sin indicios de la presencia del fenómeno marino que afecta el litoral del oriente de Chicxulub y costas de Telchac Puerto, donde hay mortandad de peces y el agua del mar está “chocolatosa”.
Los paseantes se dedicaron anteayer a vivir y disfrutar del primer sábado de agosto, muchos fueron turistas nacionales que llegaron en excursiones y en caravanas vehiculares que pasaron el día en la playa, otros llegaron de poblados del interior del estado, que comentaron que durante el verano solo visitan una vez el puerto y regresarán hasta el próximo año o en las vacaciones de Semana Santa.
Paseantes entrevistados como la veracruzana Maricruz Guerra quien llegó con su familia para pasar el fin de semana, ocupó hotel, comentó que por la radio escuchó el fenómeno de la marea roja, pero todavía no afecta las playas de Progreso, así que considera que mucha gente continuará llegando, pues la ciudad tiene mucho que ofrecer.
Playas de Progreso, “limpias de marea roja”
Comentó que con su familia recorrió el malecón por la noche, le gustó mucho, buen ambiente, lo caminaron, pasaron por los muelles, los arcos del muelle fiscal, consumieron marquesitas, disfrutaron de la brisa marina, “la marea roja si llega afectará poco porque Progreso no solo es playa”.
El restaurantero Luis Jorge Vargas Rivero, señaló que las playas de Chicxulub, Progreso, Chelem y Chuburná están limpias, el mar está limpio, no hay indicios de la marea roja, así que considera que mientras el fenómeno no afecte las costas progreseñas, los visitantes pueden venir para pasar el día y disfrutar de la costa.
Los restauranteros y meseros comentaron que fue un buen sábado, la afluencia de paseantes fue constante durante todo el día, tanto en los restaurantes, como en las palapas y sombrillas, así que se espera que el primer domingo de agosto arriben muchos visitantes.
Del lado de la pesca, una parte de los hombres de mar ante las pérdidas suspenden la pesca del molusco, devuelven lanchas y se van a la captura del mero con la esperanza de obtener buena pesca.
Otros consideran que la arribazón de calamar que huye de la marea roja salvó la temporada.— Gabino Tzec Valle
