El cultivo de limón persa impulsa la deforestación y el uso de agroquímicos en el sur de Yucatán, afectando selvas, abejas y comunidades.
El cultivo de limón persa impulsa la deforestación y el uso de agroquímicos en el sur de Yucatán, afectando selvas, abejas y comunidades.

El auge del limón persa deforesta la selva maya en el sur de Yucatán, ya que empresas foráneas provenientes de Colima, Michoacán y Veracruz avanzan para instalar huertas y empacadoras, generando pérdida de biodiversidad y contaminación por agroquímicos en municipios como Tekax, Tzucacab y Oxkutzcab.

La expansión del limón persa en el sur de Yucatán

Animal Político comparte el testimonio de una mujer cuya identidad es reservada por seguridad, pero que será identificada como Blanca, en Nohalal, quien vive rodeada de plantaciones de limón persa donde antes había milpas mayas, montes verdes y caminos de piedra blanca.

“Nohalal ya no es lo mismo, era selva pura, ahora hay casi mil hectáreas deforestadas”, relata para dicho medio.

El caso de este poblado del municipio de Tekax no es aislado, pues apenas el pasado 19 de septiembre el Diario reportó la deforestación de 968.62 hectáreas en ejidos Nohalal, Emiliano Zapata y Poccheil.

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El auge del limón incentiva la tala o desmonte de vegetación en comunidades de municipios del denominado Cono Sur: Tekax, Tzucacab, Oxkutzcab y Ticul, donde el cultivo se proyecta principalmente para la exportación a Japón y Estados Unidos.

Previamente,  Minneth Beatriz Medina García, directora de la Junta Intermunicipal Biocultural del Puuc (Jibiopuuc), también advirtió en entrevista para el Diario de Yucatán que el sistema de agricultura intensiva amenaza diversos cultivos y rompen el tejido social con los desplazamientos que generan.

Menonitas queman casi 40 hectáreas de selva en Nohalal, en Tekax, Yucatán. Se suma a la deforestación de otras 350 hectáreas reportada el 30 de junio de 2025.

“En Tekax y Tzucacab la deforestación es evidente. Hay zonas que se talan dentro de la Reserva Estatal Biocultural del Puuc”, dice Camilo, otro habitante de Nohalal.

Pero hizo hincapié en la producción “de limón, que requieren también bastante agua, que actualmente pues ya la fumigación no solamente se hace con maquinaria, sino ya la fumigación tanto en los cultivos de soya como en el limón, se están haciendo con drones y eso ha provocado mortandad de abejas”.

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En este contexto, el limón se erige en el oro verde.

“El limón ha tenido en los últimos años un precio muy alto. Una caja de veinte kilos ha llegado a valer hasta mil pesos. Eso ha hecho que muchos quieran reemplazar otros cultivos, incluso el maíz, por el limón”, comentó Blanca.

Los habitantes aseguran que las empresas que llegan son originarias de Colima, Michoacán y Veracruz.

“Usan agua de los pozos locales, fumigan con agroquímicos y no cuentan con plantas de tratamiento. Todo se está haciendo sin control”, denuncia.

El limón se convierte en el oro verde que devasta la selva maya

El limón persa, conocido como el nuevo “oro verde”, se ha convertido en símbolo de prosperidad para algunos productores.

Sin embargo, detrás de esta bonanza hay una crisis ecológica que avanza con los tractores y la tala indiscriminada.

Menonitas incendian selva maya en la Península de Yucatán
Menonitas incendian selva maya en la Península de Yucatán

Entre mayo y agosto de 2025, la Profepa clausuró 25 predios equivalentes a 6,325 hectáreas de selva devastada en la Península de Yucatán, la mayoría vinculadas a la agroindustria del limón.

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Los pobladores denuncian que las empresas operan con respaldo gubernamental y que, pese a las clausuras, la tala continúa en otros terrenos.

Impacto ambiental y pérdida de biodiversidad

La deforestación no solo implica la pérdida de árboles, sino la fragmentación de corredores biológicos que conectan con las reservas de Balamkú y Calakmul, en Campeche, hogar del jaguar, el pavo ocelado y el venado cola blanca, especies protegidas por la NOM-059-SEMARNAT-2010.

Agroquímicos y muerte de abejas en Tekax

Tal como lo reportó el Diario desde el 1 de julio de 2025, investigadores del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), Jaime González Tolentino, Eric Vides Borrell y Rémy Vandame presentaron el resultado de un análisis toxicológico realizado en la comisaría de Nohalal, Tekax, Yucatán, donde se expone la relación entre el uso de agroquímicos en cultivos de limón y la muerte masiva de abejas.

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El Diario dio a conocer los resultados del estudio que expone que el pasado 10 de mayo de 2025, la comunidad de Nohalal amaneció con miles de abejas muertas frente a las colmenas.

Entonces, se reportó que las pruebas confirmaron intoxicación por fipronil, un plaguicida altamente peligroso. Las muestras contenían más de la dosis letal, afectando 349 hectáreas y causando pérdidas por más de 465 mil pesos.

465,082 pesos mexicanos de pérdidas económicas, considerando la producción de miel, la necesidad de enjambres, y el servicio de polinización”, expuso el Diario.

Al respecto, Bertha Silvia Canul Díaz, una de las mujeres guardianas de la Región Biocultural del Puuc lamentó que “cada vez hay más terrenos deforestados para sembrar limón. Usan productos químicos que matan a las abejas”.

“Y No es justo que después de construir por años un patrimonio familiar, lo perdamos en cuestion de minutos”, expresa la meliponicultora con más de 13 años de experiencia.

Además de las pérdidas económicas, los habitantes denuncian problemas de salud, intoxicaciones y contaminación del agua. “Nos están envenenando con la basura que traen de otros países”, añade Silvia.

El modelo agroindustrial que avanza sobre la selva

Desde 2017, trabajadores provenientes de Campeche y Quintana Roo comenzaron a arrendar o comprar tierras en el Cono Sur de Yucatán, aplicando un modelo agroindustrial mecanizado y dependiente de agroquímicos.

“Las empresas contratan a otras personas para operar la maquinaria y hacer la deforestación”, señala Blanca.

La devastación se concentra alrededor de Área de Protección de Flora y Fauna Bala’an K’aax y la Reserva Biocultural del Puuc, afectando ecosistemas clave y presionando el acuífero peninsular.

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De acuerdo con solicitudes a la Semarnat, los proyectos citrícolas no cuentan con estudios de impacto ambiental ni han sido sometidos a consulta comunitaria. Además, ejidatarios denuncian la compra irregular de tierras comunales a través de intermediarios o sobornos.

Inversiones agrícolas y lotes de “huertas de limón”

En redes sociales, empresas inmobiliarias agrícolas promueven lotes para “huertas de limón” en el sur del estado.

Una de ellas, Citrus Patrimonial, ofrece certificados de plantación con la promesa de rendimientos “sin complicaciones ni impuestos”.

Su lema es claro: “El dinero sí crece en nuestros árboles”. Sin embargo, el modelo omite toda referencia a sostenibilidad o respeto ambiental.

El reporte de Animal Político indica que, a pesar de las solicitudes de información, la empresa no respondió correos ni llamadas.

Entre la prosperidad y la pérdida

Mientras el precio del limón continúa en ascenso, la selva del sur de Yucatán se reduce.

Entre la promesa del progreso y la pérdida del territorio, comunidades como Nohalal observan cómo el “oro verde” brilla más para unos pocos, mientras deja una sombra de deforestación, contaminación y abandono sobre la selva maya.

“El limón se volvió el nuevo oro verde, pero se está sembrando a costa de nuestra selva”, concluye Blanca.

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