Los niños de ahora ya piensan como adultos y viven, muchas veces, las situaciones que, años atrás, era imposible de pensar que ocurrieran. Pero lo más grande de todo es que, por su edad, siguen viendo sus deportes como un elemento central de diversión, de esparcimiento, con todo y la competencia que conlleva.

Estamos en plena época de fiestas, por la Navidad y Año Nuevo, y como cada que llega esta época, el Diario reúne a deportistas en ciernes y en esta ocasión tuvo la agradable visita de un futbolista que apenas va por diez años de edad, una patinadora que tiene once y una beisbolista de catorce, pero la vivencia de cada uno de ellos es enorme. Se cuelgan medallas, acumulan experiencias en campeonatos locales y nacionales y viven soñando con un futuro que les llegará pronto, aquí, en México o en el extranjero. Están en proceso.
“Mi ídolo es Cristiano Ronaldo”, dice Máximiano Pérez Torres, cuyo equipo favorito es Necaxa; ya tiene su roce jugando con la selección Yucatán y está, aunque parezca mentira, en el radar de varios equipos profesionales, entre ellos Monterrey.

El deporte les ha dado todo. Y lo que ellos quieren es no bajar la guardia. Cobijados por sus familias, por los equipos multidisciplinarios que hay en el entorno de sus disciplinas, y, dice la beisbolista Constanza Flores, completan lo que, asegura, “es mi vida, lo que más deseo hacer: jugar béisbol”.
Remata Samantha Sierra Rodríguez, medallista yucateca de patinaje artístico sobre hielo: “El patinaje me ha permitido conocer a nuevas personas, pero me da para hacer mucho, para entrenar más, porque quiero llegar lejos en mi deporte”.
De Navidad, ellos están felices con la dedicación que han brindado y, por tanto, recibir regalos puede ser relacionado a sus deportes. Pero está visto que reciben, pero también ya dan obsequios. Y éstos, son sus resultados en cualquier escenario que sea.
Y mandaron mensajes de felicitación a niños, niñas y a todos quienes están cerca o lejos, como mandamos desde la Sección Deportes en esta época tan especial como es la Navidad.— Gaspar Silveira Malaver

