TIZIMÍN.- Aunque aún no se ha disparado la demanda de medicamentos en Tizimín, las farmacias veterinarias ya están abastecidas con productos esenciales.
Tales como secantes, antibióticos y repelentes de moscas, ante la amenaza latente del gusano barrenador del ganado.
José Antonio Alcocer Perera, ingeniero agrónomo zootecnista y comerciante de insumos veterinarios en esta ciudad, explicó que actualmente las ventas se mantienen dentro de lo habitual, con productos para lesiones menores del ganado.
Hacen llamado a tomar medidas preventivas
Sin embargo, hizo un llamado a los productores a mantener medidas preventivas constantes en sus unidades de producción.
Señaló que cualquier herida abierta representa un riesgo para el desarrollo de la plaga.
El especialista dijo que, en el caso de detectar una herida en el animal, se deben realizar acciones inmediatas.
Como lavar y desinfectar la zona afectada, suturar si la herida es profunda, aplicar antibióticos, cicatrizantes y productos repelentes de moscas para evitar que estos insectos depositen sus huevos.
Recordó que hace algunos años, debido al éxito de las campañas de erradicación, se dejaron de fabricar productos específicos para combatir la miasis, como el conocido “Mata Gusano Rodeo” de laboratorios Aranda, y el “Megazunt” de Bayer.
Actualmente los veterinarios y productores tienen que recurrir a cicatrizantes generales y productos que ya tienen en los establecimientos.
Experto lamenta abandono de campaña de moscas estériles
Alcocer Perera lamentó el abandono del sistema nacional de control del gusano barrenador, especialmente la suspensión de la campaña de liberación de moscas estériles.
Una estrategia biológica que fue implementada con éxito en décadas pasadas a través de la colaboración entre México y Estados Unidos.
Recordó que la campaña consistía en liberar millones de moscas estériles producidas en una planta ubicada en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, mediante avionetas que sobrevolaban zonas ganaderas y selváticas.
La estrategia era interrumpir el ciclo reproductivo de la mosca fértil, logrando su erradicación en todo el país.
De hecho, dice que la planta llegó a producir entre 60 y 100 millones de moscas estériles a la semana.
Cierre de laboratorios en gobierno de AMLO
Señala que desafortunadamente hubo malas decisiones en el gobierno anterior de Andrés Manuel López Obrador pues se cerraron los laboratorios estatales, se eliminaron los programas sanitarios y no hubo control en las importaciones de ganado.
“Se abrieron las puertas a la carne y el ganado de cualquier país, sin filtros, sin vigilancia, y eso fue lo que trajo de vuelta al gusano barrenador”, expresa.
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Indicó que, por años la planta de Tuxtla Gutiérrez sirvió para la producción de vacunas infantiles como la del sarampión y la polio, pero también fue cerrada.
“Todo ese esfuerzo técnico y científico fue desperdiciado, se desmanteló un sistema que había funcionado con éxito durante décadas”.
Incluso dice que el ingreso ilegal de ganado desde Centroamérica, especialmente de Guatemala, sin controles sanitarios, detonó aún más la problemática.
“La ambición y la ignorancia se combinaron, permitieron la entrada libre de carne industrializada y ganado vivo, sin protocolos, ahora vemos los resultados con brotes en varios estados de esta plaga”.
“En Quintana Roo ya se han reportado casos de miasis en humanos, con lesiones graves causadas por las larvas de esta mosca”.
“Por eso es necesario reactivar los cercos sanitarios y reestablecer una campaña federal urgente de control biológico”.
Ciclo de vida es de 21 días, señala experto
El experto detalló el ciclo de vida de la Cochliomyia hominivorax, que es de apenas 21 días y que consiste en que la mosca adulta copula y deposita sus huevos sobre heridas en animales o humanos.
“Las larvas emergen y se alimentan de tejido vivo, perforando piel y músculo, lo que genera infecciones severas, dolor y en muchos casos, la muerte”.
“Tras su desarrollo, caen al suelo y se transforman en pupas, donde completan su metamorfosis hasta convertirse en nuevas moscas adultas”
A diferencia de la mosca comúnmente conocida como “panteonera”, sus larvas sólo se alimentan de tejido muerto, mientras que la mosca del gusano barrenador representa un grave peligro por su capacidad de destruir tejido vivo.


