CARLOS R. MENÉNDEZ LOSA (*)

Indispensables para la democracia, los contrapesos políticos son mecanismos institucionales diseñados para evitar la concentración del poder y garantizar el respeto al Estado de Derecho. Promueven la rendición de cuentas y la transparencia al exigir que los gobernantes actúen conforme a la ley, justifiquen sus decisiones y corrijan sus errores.

Sin ellos, el poder se vuelve absoluto y deriva en autoritarismo, con una sola persona o grupo controlando los asuntos clave del Estado. Los organismos de contrapeso protegen los derechos de las minorías, impiden que la mayoría se vuelva opresora, vigilan la administración de los recursos públicos, previenen la corrupción y frenan la impunidad.

Don Carlos R. Menéndez y su esposa doña María Florencia Romero Rodríguez, en los años 1950, en la bendición de nuevos equipos de impresión en Diario de Yucatán, a cargo del arzobispo Fernando Ruiz Solórzano

Para los regímenes populistas, como el que gobierna México, los contrapesos no son límites legítimos al poder, sino obstáculos que deben eliminarse: artimañas de las “élites corruptas” contra el “pueblo oprimido”. Sus líderes, convencidos de encarnar la “voluntad popular”, atacan sin tregua a todo organismo independiente que los confronte.

Desacreditarlos o debilitarlos se vuelve entonces una prioridad, para evitar que expongan las contradicciones del régimen. Un Poder Judicial imparcial, los organismos autónomos, el periodismo crítico y una sociedad civil organizada representan amenazas reales: pueden evidenciar las promesas incumplidas y las incoherencias de la narrativa populista.

Desde 2018, el régimen obradorista ha concentrado esfuerzos en debilitar los contrapesos democráticos. Ha sido una de sus prioridades. Mediante subterfugios legales, se hizo de mayorías “calificadas” en el Legislativo, desmanteló órganos autónomos como el INAI y ahora se prepara para asestar la estocada final a la independencia del Poder Judicial.

El asistencialismo clientelista, la consecuente indiferencia de los beneficiarios, la complicidad del crimen organizado y la corrupción enquistada en poderosos sectores de la producción le han allanado el camino. Pero no todo le ha sido fácil: a pesar del ataque sistemático, la sociedad civil organizada y el periodismo crítico siguen siendo frenos efectivos.

Don Carlos R. Menéndez González, fundador de Diario de Yucatán, a principios del siglo XX

En México, y especialmente en Yucatán, el avance democrático tras la hegemonía autoritaria del PRI y la resistencia frente a los excesos que pretende revivir el obradorato no se entenderían sin las aportaciones de la prensa libre, contrapeso fundamental en la democracia. Su labor de denuncia y exhibición de las desviaciones del poder resulta esencial.

El periodismo independiente —constantemente acosado por el poder— ha demostrado en nuestro país su capacidad para romper el silencio, pedir cuentas al régimen y empoderar al ciudadano. Al señalar irregularidades y facilitar el debate público informado, cumple una función crítica e indispensable, sobre todo cuando los demás contrapesos se debilitan.

PRENSA LIBRE

Una ciudadanía bien informada resiste mejor las mentiras oficiales, cuestiona el proceder de los gobernantes y toma decisiones más responsables. Por eso, mientras más autoritario es un régimen, más teme a los periodistas libres, a quienes persigue y desacredita. Defender al periodismo independiente, por tanto, es defender la democracia misma.

El papa León XIV lo expresó con claridad el lunes 12 de mayo ante representantes de medios de comunicación en el Vaticano: “Sólo los pueblos informados pueden tomar decisiones con libertad”. Y exhortó con firmeza: “Custodiemos el bien precioso de la libertad de expresión y de prensa. Seamos copartícipes de espacios de diálogo y de contraste” (bit.ly/3Z8hbUu).

El periodismo libre —incómodo por naturaleza, y por ello blanco constante del déspota y sus cómplices— enfrenta múltiples peligros que pueden minar su capacidad de informar con valentía y veracidad. Por tanto, defenderlo es defender el derecho ciudadano a saber, criticar, decidir con conciencia, elegir con libertad y negarse a obedecer ciegamente.

Don Abel Menéndez Romero y sus hijos Carlos, Rubén y Manuel Menéndez Navarrete, el 12 de diciembre de 1978, en la bendición de la prensa “Carlos R. Menéndez”, a cargo del arzobispo Manuel Castro Ruiz

Una sociedad que desea vivir informada y en libertad debe proteger al periodismo independiente. No es un derecho gratuito, sino un bien público frágil, costoso y construido a pulso. Aunque sus frutos benefician a todos, su existencia depende de condiciones difíciles de sostener y de una ciudadanía dispuesta a valorarlo, defenderlo y sostenerlo.

La libertad de prensa no florece en el aire: es una responsabilidad compartida que exige inversión, talento, valor y seguridad jurídica. Para sostenerse en el tiempo sin someterse a intereses oscuros ni perder su identidad, los medios libres necesitan independencia financiera. Y la sociedad que se beneficia de su labor debería asumirlo con claridad.

COMPROMISO

Don Carlos R. Menéndez, en los años 1950

Desde 1869, con la “Revista de Mérida” y la “Revista de Yucatán”, y muy especialmente desde el 31 de mayo de 1925, con el nacimiento de Diario de Yucatán, la sociedad peninsular ha contado con un periodismo libre sin el cual no se entendería del mismo modo la historia regional. Una prensa independiente que ha sabido alzar la voz cuando se ha necesitado.

A través de las páginas del “Diario” y sus heroicas antecesoras, la sociedad se ha informado y ha formado opinión. Ha conocido las constantes desviaciones del poder político, sus complicidades y abusos; también sus aciertos. Hasta hoy, los déspotas se han enfrentado a un periodismo crítico que incomoda, motiva la reflexión y actúa como contrapeso.

Al celebrar hoy los primeros cien años de “El periódico de la vida peninsular”, refrendamos nuestro compromiso con un periodismo independiente que informe con veracidad, fomente el diálogo, incomode al poder y exija cuentas. Una prensa libre que investiga y revela lo que otros callan por cobardía o complicidad, que da voz a quienes no la tienen.

En una época en que las voces se multiplican y las certezas escasean, nos comprometemos a seguir informando con rigor ético y responsabilidad. Porque sabemos que el periodismo serio despierta conciencias y fortalece la democracia, aspiramos a seguir siendo esa referencia que la sociedad busca cuando necesita una voz con autoridad y credibilidad.

Conscientes que la tecnología avanza, pero la necesidad de informarse y comprender el mundo permanece; de que la información no solo debe ser veraz, sino también accesible y en los formatos que exige la modernidad, nos proponemos seguir adaptándonos para que el amigo lector pueda leer, escuchar y dialogar a través de nuestros contenidos.

Don Abel Menéndez Romero

GRATITUD

En el centenario del buque insignia de Grupo Megamedia, rendimos homenaje de admiración, gratitud y afecto a nuestro fundador, don Carlos R. Menéndez González, yucateco de excepción, un hombre imprescindible; a sus sucesores en la dirección general, don Abel Menéndez Romero y don Carlos R. Menéndez Navarrete, ejemplos de periodista libre.

Nuestro reconocimiento también a sus esposas, doña María Florencia Romero Rodríguez, doña María Navarrete Ruz y doña Berta Eugenia Losa Ponce, fieles compañeras, apoyo en la salud y en la adversidad. A los hermanos Rubén, Mario, Antonio y Salvador Menéndez Romero, respaldo y motivación de don Carlos. Su ejemplo de entrega nos guía.

Agradecimiento eterno a todos los que, con su esfuerzo y dedicación, con sus aportaciones, han hecho posible que lleguemos con éxito a este simbólico aniversario. A quienes luchan día a día por hacer del Diario y sus empresas hermanas una organización sólida, rentable, que garantiza el periodismo libre, contrapeso indispensable en la democracia.

Don Carlos R. Menéndez Navarrete, en mayo de 2009, al recibir el “Premio Nacional de Periodismo 2008”

En este día de celebración, reiteramos nuestro deseo honesto de decir siempre la verdad, cueste lo que pueda costar, validado por la rectificación inmediata si nos equivocamos. Refrendamos el compromiso de seguir luchando en favor de la verdad, la justicia y la voluntad de Dios. Muchas gracias por su cercanía, confianza y solidaridad.- Mérida, Yucatán

direcciongeneral@grupomegamedia.mx / Apartado especial en el sitio web del Diario: yucatan.com.mx (https://bit.ly/4diiiFP)

(*) Director general de Grupo Megamedia

Noticias de Mérida, Yucatán, México y el Mundo, además de análisis y artículos editoriales, publicados en la edición impresa de Diario de Yucatán

Una respuesta en “En el centenario de Diario de Yucatán: Libertad que empodera”

  1. De las placas fundidas de la “prensa”, en el tránsito por el Off Set, al encuentro vertiginoso con lo digital y el milagro de las rotativas, el testimonio puntual, día a día, en una fijación social que enajena y convence, cumplió el curso de una centuria que quedó como testimonio de una sola hora: la que impone el presente y que se narra en pasado.
    Allí pasaron la emoción, el entusiasmo, la entrega personal, la solidaridad por la causa, el ejemplo y junto a estas motivaciones humanas, el compromiso social, asociado a la incertidumbre que se supera ante la tarea obligada de narrar cada día en un formato de veinticuatro siete.
    La constante de una tarea que se realizó en tres tiempos: tres nidos y una paloma. Encuentro que se compartió en carretas, tendidos ferroviarios y la ignición para propiciar la combustión interna, en trayectos que trascendieron del suelo peninsular.
    El tiempo pasó y se diluyó ante el subjetivo de un presente constante. Sin embargo, quedaron en la ruta testimonial derivada de miles de ediciones, como parte de una memoria indeleble, el producto de máquinas de escribir y ordenadores que dieron testimonio de presencia a centenares de trabajadores de la información. Un alto porcentaje de ellos no alcanzó vivir la celebración de los cien años del Diario de Yucatán.
    Vaya por los que se fueron un emotivo y justo recuerdo. Felicidades a quienes hoy continúan la carrera y conservan la mística que definió en la fundación del Diario de Yucatán, Don. Carlos R Menéndez.
    Un hasta pronto para el Lic. Jorge Muñoz Menéndez, Carlos Castillo Peraza, don Rubén Menéndez Cámara, Aurelio Aguilar, Martiniano Alcocer, Pedro Sahuí, Manuel Antonio Alcocer, don Humberto Cámara y una lista generosa que compartieron estos cien años.

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