GINEBRA, Suiza. (EFE).- El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, pidió hoy a todos los que pueden influir en el conflicto en ese país que intercedan con las partes combatientes para evitar que Guta Oriental se convierta en una repetición de lo ocurrido en Alepo.
“No queremos un copiar y pegar de lo ocurrido en Alepo“, dijo De Mistura a los periodistas, en referencia al enorme costo humano y a la destrucción de Alepo a lo largo de la ofensiva de las fuerzas gubernamentales, apoyadas por Rusia, para recuperarla de manos de grupos rebeldes.
De Mistura aseguró que la ONU no se rendirá en ninguna circunstancia en sus esfuerzos por hacer llegar la ayuda humanitaria a los civiles atrapados en Guta Oriental.
“Aquí no se trata de sentirnos fracasados ni frustrados, no podemos darnos ese lujo cuando la gente está muriendo y nuestra prioridad es que esto deje de ocurrir“, insistió.
De Mistura ha sido el mediador en las negociaciones de paz que la ONU ha propiciado entre el Gobierno y una plataforma opositora, aunque a pesar de varias rondas realizadas han ido de fracaso en fracaso.
“La prioridad más inmediata es parar la tragedia de los civiles en Guta Oriental y que ambas partes dejen de bombardear“, reclamó.
Sobre el proceso político, De Mistura dijo que él y su equipo han desarrollado ideas e iniciativas que discutirán en los próximos días con las partes implicadas para crear un comité constitucional para Siria en Ginebra.
La creación de este órgano, con participación del Gobierno y de la oposición, fue decidida hace un mes por Rusia, Irán y Turquía, en una reunión a la que la oposición se negó a acudir.
En la misma comparecencia ante la prensa, el responsable de la ayuda a las áreas sitiadas en Siria, Jan Egeland, denunció que la ONU enfrenta un cierre casi total de su acceso humanitario a esas zonas, donde hay cerca de 420.000 civiles.
La mayor parte de ellos está en Guta Oriental, principal área opositora en las afueras de Damasco y blanco de doce días de bombardeos.
“En noviembre paramos de tener acceso, algo cambió y hemos dicho al grupo de trabajo (de países con influencia en el conflicto sirio y que se reúnen cada semana en Ginebra) que no podemos seguir así“, dijo Egeland.
“En enero conseguimos hacer llegar un solo convoy cuando había listos entre 25 a 30 convoyes“, precisó el responsable.
Ese único convoy contenía ayuda para 7.200 personas en Nashabiyá (localidad de Guta Oriental), “lo que representa menos del 2 % de personas en las áreas sitiadas.”
La ONU tampoco consiguió ayudar a ninguna de las 2,5 millones de personas que viven en zonas de difícil acceso por encontrarse cerca de los frentes de batalla en el país.
Egeland dijo que esa falta de acceso se debe a que la ONU no ha recibido ninguna de las autorizaciones que ha tramitado últimamente ante el Gobierno.
También enfatizó que los ataques no van en una sola dirección y que son tan “deplorables” y violan las normas internacionales los bombardeos de las fuerzas armadas sirias sobre Guta Oriental como los lanzamientos de cohetes por parte de los grupos rebeldes contra Damasco.
Reconoció, no obstante, que los ataques gubernamentales son mucho más “importantes en volumen” y que ello se explica por su mayor capacidad bélica y el apoyo que recibe de la aviación rusa.
Egeland aseguró no contar con información que pudiese confirmar si los rebeldes habían disparado hoy contra uno de los dos corredores humanitarios abiertos y decididos unilateralmente por Rusia, como se ha denunciado desde el Ministerio de Defensa de este país.
Lo que sí confirmó es que la pausa diaria de cinco horas decretada por Moscú -e incumplida desde su supuesta entrada en vigor desde el pasado martes- es insuficiente.
Subrayó que para que funcione debe ser bien negociada antes con los beligerantes y conversada con las organizaciones humanitarias.- (Por Isabel Saco)
